
Don Hugo: Eso es indiscutible, don Víctor. Lo de Apollinaire es un fracaso.
Don Víctor: Hombre, don Hugo, no todo el mundo puede presumir de haber inaugurado la vanguardia poética. ¡Cuántos lo quisieran en su currículum!
Don Hugo: No es eso, don Víctor, yo me refería a la pretensión de llevar el cubismo a la literatura. Si una pintura se abarca en un golpe de vista y uno es libre de recorrerlo a placer con la mirada, la literatura se despliega a lo largo del tiempo que aguante el lector: una palabra detrás de la otra…
Don Víctor: Tiene usted razón, don Hugo, ni siquiera en el poema «Zone» encontramos el característico solapamiento cubista; tan sólo una yuxtaposición singular y sorprendente.
Don Hugo: ¡A mí ya nada me sorprende, don Víctor! Fíjese que Valle Inclán, cuando escribe «La media noche (visión estelar de un día de guerra)» no tiene más remedio que ir pasándonos una tras otra una serie de pequeñas estampas en prosa con sucesos variados.
Don Víctor: Le ocurre lo mismo que a Apollinaire. Esa supuesta «visión astral, fuera de la geometría y de la cronología» que proclama, se revela imposible. Al final tenemos un rosario de muchas cuentas, todas equivalentes.
Don Hugo: En cambio el cine sí se acerca un poco a un cierto cubismo intelectual…
Don Víctor: No me hable usted de esos experimentos con la pantalla partida para que asistamos a varias escenas a la vez, porque eso nunca ha funcionado. Es lo mismo que aquel circo americano, adonde llevé a mis hijos cuando eran pequeños, con tres pistas simultáneas. Salimos todos mareados con la sensación de que nos habíamos perdido la mayor parte de lo que nos mostraba.
Don Hugo: No, don Víctor, yo me refería al montaje, con sus flash backs, planos, contra-planos, visión subjetiva, elipsis, fundidos, voz en off…
Don Víctor: Es verdad, don Víctor, a eso hemos llegado a acostumbrarnos y funciona de maravilla. No obstante, una cosa se proyecta detrás de otra porque todo está alineado en una cinta ¡y eso no es cubismo!…
Don Víctor:… Sí, sí, pero se le aproxima más que la literatura.
Don Víctor: Total, que a Apollinaire y a Valle Inclán les ocurre lo que a los futuristas, que equivocaron la profesión: tenían que haber hecho cine.








