Reinos de España

Don Víctor: No debería sorprendernos el vigor del sentimiento regional en España, a diferencia de otros países.

Don Hugo: ¡Si no hay más que echarle un vistazo a las novelas decimonónicas que pueblan los anaqueles de nuestras bibliotecas municipales!…

Don Víctor: … o remitirnos a nuestras zarzuelas y a nuestros pintores, paisajistas y costumbristas.

Don Hugo: Pereda es la Montaña, como Riancho.

Don Víctor: “El salto del pasiego”, del maestro Fernández Caballero.

Don Hugo: Palacio Valdés y Clarín son Asturias, como Evaristo Valle y Piñole.

Don Víctor: “La pícara molinera”, del maestro Luna.

Don Hugo: Blasco Ibáñez es Valencia, como Sorolla.

Don Víctor: “Moros y cristianos”, del maestro Serrano.

Don Hugo: Trueba es el País Vasco, como los Zubiaurre.

Don Víctor: “El caserío”, del maestro Guridi.

Don Hugo: Braulio Foz es Aragón como Juan José Gárate.

Don Víctor: “Gigantes y cabezudos”. del maestro Fernández Caballero.

Don Hugo: Guimerà es Cataluña, como Martí Alsina.

Don Víctor: “Marina”, del maestro Arrieta y Camprodón.

Don Hugo: Valera, Fernán Caballero y los Quintero son Andalucía, como Pérez Villaamil.

Don Víctor: “La reina mora”, del maestro Serrano.

Don Hugo: Murcia esSantos Baeza, como Sobejano.

Don Víctor: “La alegría de la huerta”, del maestro Chueca y “La Parranda”, del maestro Alonso.

Don Hugo: Gabriel y Galán es Extremadura, como Felipe Checa.

Don Víctor: “Luisa Fernanda”, del maestro Torroba.

Don Hugo: Castilla la Nueva es Martín Gamero, como Cecilio Pizarro.

Don Víctor: “La rosa del azafrán”, del maestro Guerrero.

Don Hugo: La generación del 98 es Castilla la Vieja, como Zuloaga o Solana.

Don Víctor: “La del Soto del Parral”, de los maestros Soutullo y Vert.

Don Hugo: La Pardo Bazán es Galicia, como Álvarez de Sotomayor.

Don Víctor: “Maruxa”, del maestro Vives.

Don Hugo: Arturo Campión es Navarra, como Eduardo Carceller.

Don Víctor: “La roncalesa”, del maestro Larregla.

Don Hugo: Arniches y Galdós son Madrid, como Beruete.

Don Víctor: “La verbena de la Paloma”, del maestro Bretón.

Don Hugo: Y eso por no hablar de las islas, que están bien justificadas en su insularidad… Pero en fin, las Canarias tienen “Clavelina”, del maestro Tarridas. En cuanto a las Baleares, alguna de las zarzuelas del maestro Marqués.

Don Víctor: Uno se pregunta a qué se debió semejante resurgir de lo local tras el progreso que en el conjunto de España significó la nueva administración borbónica a lo largo de un siglo.

Don Hugo: Para mí, que fue una reacción contraria al espíritu de las Luces, que tuvo su más desgraciada manifestación en las guerras carlistas.

Don Víctor: Considere usted también, don Hugo, que aquel modelo importado había costado en Francia siglos de guerras que apisonaron toda resistencia a la Corona y que, posteriormente, los regímenes que la sucedieron, no hicieron sino afianzar y reforzar. Un siglo era muy poco para nuestra España, un barniz sobre un espeso humus de reinos singulares y pactos federativos de siglos.                                                                                                                           

Don Hugo: Hay otro hecho, don Víctor: cuando el poder central desaparece tras la invasión de Napoleón, el pueblo se organiza en juntas locales enarbolando la máxima autoridad. Aquello trajo a la larga la independencia de las repúblicas americanas y, en la casa peninsular, esa cursilería de la “`patria chica”.

Don Víctor: Yo me pregunto cómo en este delirio regionalista que padecemos actualmente, la gente ha dejado de leer a los escritores que antes citábamos, de contemplar los cuadros de aquellos pintores y de saberse de memoria las romanzas de zarzuela.

Don Víctor y don Hugo (cantando:) En una dehesa / de la Extremadura, / tengo una casina / blanquina y chicuca.

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