
Don Hugo: Con el buen rato que nos hemos preparado, don Víctor, y es que es abrir el periódico ¡y que se me caiga de las manos!
Don Víctor: Pero, don Hugo, ¿qué es lo que dice?
Don Hugo: Nada, es la crítica a la última performance de Marina Abramovic.
Don Víctor: Hombre, don Hugo, ¡es que es usted incorregible! Le tengo dicho que no empiece el periódico por la crítica artística… ¡Si lo tenemos comprobado! ¡Vaya primero a los chistes!
Don Hugo: Es que resulta que se justifica la mayor mamarrachada, que no aporta ni descubre absolutamente nada, sino que encima pretende la novedad de ser provocadora. ¡Ya ve usted qué cosa!… Ni que estuviéramos todavía en la época de entreguerras cuando éramos niños…
Don Víctor: Pues claro, don Hugo, ¿quién “epata” ya al burgués?… si apenas quedamos y estamos ya de lo más toreado.
Don Hugo: Y si escribe usted una carta al director argumentando su opinión crítica, le tacharían ipso facto de ignorante, reaccionario, envidioso malintencionado o de todas esas cosas a la vez.
Don Víctor: No les escriba, no les escriba…
Don Hugo: El impostor culpabiliza a todo aquél que lo desenmascara para aislarlo así de la crédula multitud y obligarlo a volver al redil.
Don Víctor: Sí, y a balar con todos por la letra “be”.
Don Hugo: ¡Beeeeee!