Torquemadas progresistas

Don Hugo: Mire, don Víctor, ya lo he encontrado: “Me niego a traducir esta parte del parlamento para no herir la sensibilidad del lector”. Recordará usted cosas como ésta cuando leyera de joven a Aristófanes.

Don Víctor: Y otras aún más indignantes todavía cuando suplantaban alguna obscenidad con una insultante inanidad.

Don Hugo: También mire que nos reíamos con las traducciones eufemísticas del pobre Astrana Marín en las Obras Completas de Guillermo Shakespeare.

Don Víctor: Sí, claro, con la diferencia de que entonces los estudiantes nos burlábamos de aquellas falsificaciones mientras que ahora ¿a ver quién es guapo que se ríe de que hayan tachado la palabra “gordo” de un bestseller de moda?

Don Hugo: Bien dice Shakespeare -y espero que no lo hayan “cancelado”- que “el bellaco, bajo su máscara, se nos presenta como persona honorable”.

Don Víctor: Recuerdo que esa frase sí que la tradujo muy bien Astrana Marín…

Don Hugo: El ascenso y proliferación de este autoritarismo adoctrinador es la nueva Inquisición que restringe nuestra libertad de acción, expresión y pensamiento.

Don Víctor: Para este viaje, don Hugo, ¡no hacían falta alforjas!

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