Entrecejo

Don Víctor: ¡Ahora lo he visto, don Hugo! ¡Está por fin claro!

Don Hugo: El sexto chacra, o Ajna, es el centro de la intuición, de la visión, de la adivinación, de la imaginación…

Don Víctor: ¡Claro, el centro del arte!… justo donde me lo ha pintado usted.

Don Hugo: Representa el conocimiento interno, la aproximación a nuestra verdad emocional, mental y espiritual.

Don Víctor: ¡Caramba con todo cuanto puede focalizar el entrecejo!

Don Hugo: Y dígame, don Víctor, ¿le ha ayudado con eso que tanto le intriga de Velázquez y de Kraus?

Don Víctor: Ha sido una revelación. Ahora comprendo por qué me he quedado tantas veces absorto, perdido en las miradas de Sebastián de Morra y de Esopo, y atraído magnéticamente por sus entrecejos, como si allí brillara un misterio inaprehensible.

Don Hugo: Tal vez ahora cobre sentido aquello que me decía usted de que, por momentos, la pintura de Velázquez parece pensada, proyectada desde la mente, sin intervención de la mano.

Don Víctor: Y también las palabras de Kraus sobre cómo el cantante ha de imaginarse que su voz brota no de la boca, sino precisamente del entrecejo. Uno cree oír los pensamientos de sus personajes en alas de la música.

Don Hugo: Como que la voz se “enmascara” y queda allí arriba, por encima del orifico bucal.

Don Víctor: Se ha transfigurado, es ya puro espíritu.

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