
Don Hugo: Y usted, don Víctor, ¿por qué cree que a la gente le gusta tanto Hopper?
Don Víctor: Sobre todo porque a la gente le gusta reconocer y ver algo.
Don Hugo: ¿No le parece que se beneficia de que todos estamos especialmente adiestrados por el cine americano?
Don Víctor: Sí, las road-movies, el suspense, el cine negro…
Don Hugo: … el cine psicológico… Fíjese usted que muchos ven en su obra las imágenes de la depresión.
Don Víctor: Sí, la industria psiquiátrica americana mezclando lo psíquico con lo económico….
Don Hugo: Ahora, mire usted qué bien hace esas acuarelas de casas…
Don Víctor: Y como dibujante y grabador, no tiene precio.
Don Hugo: Sí, pero a lo que iba: ¿no le parece que la figura humana en sus óleos desmerece?
Don Víctor: Todo el interés se lo lleva la luz, don Hugo, esa luz implacable, seca, mineral.
Don Hugo: Sí, es como si se acabara el mundo.
Don Víctor: Se va a la legua que es protestante.
Don Hugo: Sí, sí, don Víctor, pero es que encima de esos Santos de los Últimos Días, o lo que sea…
Don Víctor: Desde luego, católico ni por asomo.