
Don Hugo: Hace tiempo que no me habla usted, don Víctor, de aquel amigo suyo, Lopetegui.
Don Víctor: Pobrecillo, va dando tumbos de médico en médico y no dan con su dolencia. Está muy pocho…
Don Hugo: Pero bueno… ¡si yo creía que eso de caer enfermo no iba con los fanáticos!
Don Víctor: Es verdad… si tiene usted razón, don Hugo… este Lopetegui es un tipo muy acabado de fanático.
Don Hugo: Sí, pero no se trata de un fanático cualquiera… en realidad estaríamos ante un fanático bien orientado…
Don Víctor: ¿Bien orientado?
Don Hugo: Vamos a cuentas, don Víctor: defiende la tauromaquia a capa y estoque…
Don Víctor: Si hasta estuvo en Barcelona y todo en la última de la Monumental, con lo malito que estaba ya el pobre.
Don Hugo: … llora a moco tendido cuando oye cantar a Alfredo Kraus…
Don Víctor: Si hasta fue a abuchear a Plácido Domingo cuando cantó la “Luisa Fernanda” en el Real.
Don Hugo: … idolatra a Pasolini y hasta lo eleva a los altares…
Don Víctor: Si le gusta “Porcile” y todo… que no sé yo qué puede entender él ahí.
Don Hugo: … defiende en las circunstancias más difíciles, sin achantarse nunca, la unidad de España…
Don Víctor: Todavía no sé cómo salió vivo de aquella herriko taberna.
Don Hugo: … en definitiva, un fanático ¡atinado!