
Don Víctor: Yo no sé por qué fue caer la Unión Soviética y hacernos creer que ya no había comunismo en el mundo. De hecho, los países comunistas que quedaron, han renunciado a hacer propaganda de su sistema político como si esperaran conseguir la supremacía discretamente, por la vía de los hechos, comprándolo todo.
Don Hugo: Ciertamente, don Víctor, pero es que además les estamos ayudando mucho por un sencillo mecanismo de defensa psíquico: si yo niego u oculto u orillo lo ansiógeno, lo ansiógeno no existe y puedo seguir viviendo tan tranquilo. El lobo o no está o vive en una montaña tan lejana, que hasta que llegue…
Don Víctor: Eso de la distancia sería cuando se derrumbó la URSS, porque lo que es ahora mismo… ¡hay chinos por todas partes!
Don Hugo: Parece como si quisiéramos convencernos de que todo va a seguir siempre como está y eso es imposible.
Don Víctor: Y tan imposible, don Hugo, cuando los americanos se están replegando y renuncian ya a salvar el mundo, y cuando nosotros asistimos, resignados, al desmantelamiento metódico de todos los pilares de nuestra civilización…
Don Hugo: O sea, don Víctor, que tenía razón Marco Bellocchio cuando hizo aquella película…
Don Víctor: Sí, “La Cina è vicina”.