
Don Hugo: Cuidado, don Víctor, que le están cayendo las semillas al camino y se las van a comer los pájaros…
Don Víctor: Es verdad; lo siento, don Hugo. Es que estaba queriendo evitar ese pedregal que tiene usted a su izquierda y se me ha ido la mano.
Don Hugo: Pues un poco más adelante vaya usted con tiento, que suelen medrar las zarzas y ya sabe que luego asfixian al cereal.
Don Víctor: Bueno, pero antes hay suficiente tierra buena y profunda. Gastaré ahí el resto.
Don Hugo: Y pensando, por ejemplo, en cantantes pop, boxeadores y novelistas, ¿a quién elegiría usted como ejemplos que hayan caído en el terreno adecuado y hayan dado ciento por uno, sesenta por uno, o aunque sea treinta por uno?
Don Víctor: Yo creo que son buenos los Beatles, Pepito Legrá y Galdós… ¿Y quiénes se ahogaron entre los espinos?…
Don Hugo: Jim Morrison, Urtain y Verlaine sucumbieron ante las drogas, las juergas y la absenta… ¿Tendremos ejemplo de algunos que se agostaron nada más nacer por falta de tierra?
Don Víctor: Alanis Morrissette, Perico Fernández y Alain Fournier, este último porque lo abrasó la Gran Guerra… Lo que va a ser más difícil es que recuerde usted a algunos que no llegaran a producir porque antes los devoraran los pájaros…
Don Hugo: Es mucho más duro dar con sus nombres, pero le diré que tristemente son la mayoría. En fin, ¿qué le parece esta riada? Marisol, pues para cuando llegó a adulta, ya la habían esquilmado; Kid Tarao, el célebre personaje de Toni Leblanc, que aunque no llegara a disputar ningún combate, apareció sonado desde el principio; y luego nuestro amigo Lopetegui. Recuerdo que en el Instituto los profesores, deslumbrados ante su genio, le vaticinaban un muy prometedor futuro literario, pero la incuria pudo más…
Don Víctor: En definitiva, que «yo soy yo y mis circunstancias».
Don Hugo: Pero eso quién lo dice, ¿Cristo u Ortega?