
Don Víctor: Siempe me ha sorprendido que la literatura alemana empezara la casa por el tejado.
Don Hugo: ¿Cómo es eso, don Víctor?
Don Víctor: Los primeros modernos que empiezan a escribir son los Winckelman, Lessing, Kant y los demás… como si ya hubieran pasado siglos experimentándolo todo y llegara por fin el momento de hacer balance, de reflexionar y finalmente teorizar sobre lo divino y lo humano.
Don Hugo: Quizás ello explique su maximalismo…
Don Víctor: Fíjese usted, don Hugo, en que prácticamente hasta Goethe no pueda hablarse de literatura alemana.
Don Hugo: Pues a mí, don Víctor, lo que me sorprende en los ponderosos alemanes es que ya desde el propio Goethe cada literato pretende hacer el libro total, donde esté todo y no falte nada.
Don Víctor: ¡Eso ya lo hizo Cervantes dos siglos antes!
Don Hugo: Lo que sí que tienen que es muy salao es ese «Simplicissimus».
Don Víctor: ¡Toma, como que es picaresca española!