El vagabundo y la estrella

Don Hugo: A mí, en su momento, me gustó, pero ahora que por fin me la encontraron los chavales en el youtube, la verdad… ¡me ha defraudado!
Don Víctor: Hombre, don Hugo, le concedo que no es «Gayarre», pero yo, qué quiere que le diga, he disfrutado.
Don Hugo: Cómo puede usted afirmar tal cosa, don Víctor, con lo buen aficionado al cine que es usted…
Don Víctor: A mí me pasa como cuando vino el amigo Antonio Fava, con aquello tan bonito de las máscaras, que le llevé al pobre a un bar frente a la sala de conferencias y no vea usted el café que nos atizaron.
Don Hugo: Me lo imagino.
Don Víctor: Yo me disculpaba con el maestro, contraponiéndolo a aquéllos tan buenos que sirven en Italia…
Don Hugo: Qué vergüenza, qué vergüenza…
Don Víctor: … pero ya sabe cómo es él. Me contestó, sonriendo: «Ma è caffè…»
Don Hugo: Pues yo no sé qué café le habrán dado a usted. don Víctor, pero lo que sí sé es que su amor por la ópera le lleva a justificar una mala película.
Don Víctor: Si no le falta a usted razón…
Don Hugo: Es tontorrona, es fácil, es falsa, es cursi, es…
Don Víctor: … ma è Kraus!

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