Ayer dijo, hoy dice

Don Hugo: A ver, don Víctor, si adivina usted quién dijo esto…
Don Víctor: No me fastidie usted otra vez, don Hugo, con sus experimentos, poniendo en evidencia mis despistes históricos.
Don Hugo: No tema usted, don Víctor, que se trata de algo reciente y de un personaje vivo. «Para agradar en Hollywood, hay que prescindir totalmente del sentido del humor y preguntarse si se está ofendiendo a algún colectivo».
Don Víctor: ¡Ya lo tengo! Esta vez es muy fácil: ¡Garci!
Don Hugo: Le he pillado una vez más, don Víctor. Se trata del mismísimo Almodóvar en 1994.
Don Víctor: ¿Quién lo hubiera pensado? Esto es mejor que aquellos casos tan peregrinos y flagrantes que proponía el Marca hace muchos años… ¿Cómo se llamaba aquel recuadro?
Don Hugo: ¡Ah sí! El «Ayer dijo, hoy dice».
Don Víctor: Unas contradicciones tan chuscas que sacaban los colores a quienes las perpetraban.
Don Hugo: Ya puestos, a este Almodóvar de ahora, tan americano, le daría uno de aquellos consejos que publicó La Codorniz, dirigidos a quienes habían de disimular su condición de peligroso intelectual…

Don Víctor: ¡Qué tiempos aquellos, don Hugo, en que un intelectual era peligroso!
Don Hugo: … «Para disimular que es usted un peligroso intelectual, suscríbase a Marca».
Don Víctor: Le dan el tercer Óscar, ¡Seguro!

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