Voces y puntas

Don Víctor: Don Hugo, he estado estudiando esa clasificación de voces, que ha hecho usted,  a partir de su comparación con las puntas del toro de lidia. Se me antoja muy interesante.

Don Hugo: ¡Cómo lo celebro, don Víctor!… ¿verdad que resulta muy ilustrativo ese efecto sinestésico para sugerir un sonido mediante una imagen?

Don Víctor: Me parece muy acertado, pero lo entendería mejor si me pudiera usted dar algunos ejemplos. ¿Cuál sería una voz afeitada?

Don Hugo: «Como mucho se darán dos o tres casos de corona-virus en España»

Don Víctor: Está clavado: ¡el doctor Simón!… ¿y una voz escobillada?

Don Hugo: «Cobrar setenta y cinco mil euros de una empresa constructora a través de la mía quizás sea moramente reprensible, pero es legal y por tanto seguiré cobrando».

Don Víctor: ¡Martínez Pujalte!… qué gracioso era… Don Hugo, debería usted haberse dedicado a imitador … ¿Y una voz astillada?

Don Hugo: «Esquerra Republicana de Catalunya comparte con e Gobierno la defensa de lo interese del conhunto del Ehtao«.

Don Víctor: ¡Chúpate ésa!… ¡María Jesús Montero! Es verdad que es nerviosa, sincopada y astillada, porque agotada la espiración, sigue hablando, pero, en cualquier caso, es mucho más sonora que las anteriores… ¿Y una voz embolada

Don Hugo: «Hemos vencido al corona-virus».

Don Víctor: ¡El doctor Sánchez!, un ejemplo perfecto de voz en sordina… ¿Y la voz roma?

Don Hugo: «Delcy no pasó a la sala Vip ni pisó suelo español, ni bajó del avión…¿Quién es Delcy?».

Don Víctor: ¡Ábalos, claro!… una voz con cuerpo, pero mate, zafia, sin resonancia alguna… ¿Y una voz en puntas?

Don Hugo: Sí, bien timbrada, bien colocada, bien proyectada… de eso no tenemos.

Don Víctor: Ah, claro, y así nos lucen los cuernos a todos.

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