
Don Víctor: ¿Recuerda usted, don Hugo, aquella vez en que fuimos de excursión a la Sierra Pobre e hicimos una visita a Lopetegui que se había recluido en la soledad de aquella aldea casi abandonada?
Don Hugo: Nos abrió la puerta y, sin siquiera darnos las buenas tardes, nos soltó: «Aquí estoy releyendo a Kafka».
Don Víctor: ¡Releyendo! Es verdad… Si ahora todo es «re»… Los alternativos viajan a la India para «reencontrarse».
Don Hugo: Los famosetes se «reinventan».
Don Víctor: El turismo de Castilla y León nos invita a que nos «reactivemos» en sus parajes.
Don Hugo: Ahora, don Hugo, no hay cosa que no podamos «retomar».
Don Víctor: Vamos, hasta el gazpacho… ¿Qué le parece lo que decía el otro día Garrigues Walker, que hay que «revisitar» el espíritu de la Transición?
Don Hugo: ¡Y encima lleva razón el tío!… Pues ¿y Odón Elorza cuando propone «resignificar» el Valle de los Caídos?
Don Víctor: Yo me prometí no volver a poner los pies en el Reina Sofía cuando leí aquel cartelón enorme que rezaba: «Repensar el espectador – Teoría y crítica de las prácticas performativas».
Don Hugo: ¡Toma ya!… Como dice Schaunnard en «La Bohème» cuando prueba una trompa desafinada, antes de sentarse en el café Momus:
Don Víctor y don Hugo (cantando): Falso questo Re!