Melocotón podrido

Don Hugo: ¡Ya está, otro melocotón podrido! Si es que no falla… con la de veces que me he quejado y cada poco me hace lo mismo.
Don Víctor: Pero con la cantidad de fruta que le compra usted… ¡y bien cara que la vende!
Don Hugo: La verdad, tiene muy buen género, pero esto de hacer una trampa es más fuerte que él.
Don Víctor: ¿Algo así como una Rumasa, primero, y luego una nueva Rumasa…?
Don Hugo: Y lo que te rondaré, morena, con la de hijos hombres de negocios que tiene el buen señor…
Don Víctor: Como el jugador que ha perdido mil veces y, a pesar de ello, vuelve otra vez a apostar el primer dinero que le viene a la mano.
Don Hugo: Acierta usted, don Víctor. Freud lo tiene diagnosticado: la ludopatía es un desplazamiento de la energía psíquica inconsciente al ámbito social desde la compulsión a la masturbación; a despecho de toda condena moral, punición, reproche y razonamiento lógico.
Don Víctor: Caramba, don Hugo, nunca hubiera sospechado de su frutero, con la cara de pánfilo que tiene, semejante onanismo…
Don Hugo: … desplazado simbólicamente…. Sin embargo, don Víctor, pienso seguir comprando siempre en la misma frutería.
Don Víctor: Esa contumacia suya, don Hugo, a qué desplazamiento o condensación respondería?
Don Hugo: No quiero colmar en él el deseo de castigo que compele a todo delincuente a delinquir. Alexander lo dice bien claro.
Don Víctor: ¡Irrefutable!

Deja un comentario