Emulación

Don Hugo: Pues yo le aseguro a usted, don Víctor, que llegó a rivalizar con el propio Merckx.
Don Víctor: Sin embargo, don Hugo, el belga era superior a Ocaña.
Don Hugo: Pero le ganó en buena lid aquel Tour y si no llega a caerse le hubiera batido dos veces.
Don Víctor: Reconozco que en ambas ocasiones el afán de emulación le hizo tan grande como al otro, si no superior.
Don Hugo: Lo tiene dicho Vasari: la naturaleza crea los genios a pares…
Don Víctor: También Dalí: «Picasso es un genio, yo también».
Don Hugo: … de manera que los estimule la mutua rivalidad y brillen aún más.
Don Víctor: ¿No creía él también que incluso esa competencia era acicate para los demás?…
Don Hugo: Qué mal se entiende a veces esto de la rivalidad, como si se tratara de anular o destruir al contrario por cualquier medio y no en su terreno, como los dos caballeros en el palenque.
Don Víctor: Pues sí, el mismo gremialismo que hay hoy entre las figuras del toreo: nos ponemos de acuerdo en repartirnos el mercado, no ponemos en apuros a los otros y así ni siquiera tenemos que sudar la taleguilla…
Don Víctor: Lo que nunca había sido y no debiera ser. Cuánta vida daban al toreo y al aficionado esas rivalidades entre Pepe Hillo y Pedro Romero…
Don Hugo: … Frascuelo y Lagartijo…
Don Víctor: Machaquito y Bombita…
Don Hugo… Manolete y Arruza…
Don Víctor: …Dominguín y Ordóñez…
Don Hugo: … y sobre todos ellos, la más grande: ¡Joselito y Belmonte!

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