Puesta de sol en el Retiro

Don Víctor: ¿Qué habría dicho Delvaux ante este monumento, él que tantas veces en sus pinturas parecía evocar los ocasos de Claude Lorrain, con esas ágoras sonámbulas tan suyas remojando sus basamentos en el mar?

Don Hugo: Seguro que habría reconocido la influencia del francés, pero aquí a escala real, con un colosalismo que se parece a esas propiedades inglesas donde el paisaje se acomoda a las fantasías de Poussin.

Don Víctor: ¿Tendrían en cuenta quienes idearon todo este conjunto la vinculación del Lorena con este palacio y jardines del Buen Retiro?

Don Hugo: ¿Cómo, pero es que estuvo acá?

Don Víctor: Ni él ni Delvaux, pero Felipe IV bien que le encargó por lo menos cuatro lienzos de gran formato para la decoración del palacio y de alguna de las ermitas.

Don Hugo: ¡Atiza!… Me parece más que probable esa relación que apunta usted, don Víctor, y le confieso que siempre me repateó este pastelón…

Don Víctor: ¡Espero, don Hugo, que nunca tanto como el de Vittorio Emanuele en Roma!

Don Hugo: … pero ahora que se está poniendo el sol… ¡incluso está empezando a gustarme!

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