Veteranos

Don Víctor: ¡Pues ahora resulta que es una sucursal de Orange!

Don Hugo: ¡Atiza! ¿Qué me dice usted, don Víctor?… ¿la cervecería Santa Bárbara de Goya esquina a Alcalá?

Don Víctor: ¡Sí, sí, ésa, la misma proa modernista donde tantas veces hemos dado rendez-vous para ir a los toros! Tienen ahora todos sus vanos tapiados de plástico naranja…

Don Hugo: ¡Qué preciosidad!… Descanse en paz como nuestro añorado restaurante Schotis y tantos otros veteranos…

Don Víctor: ¡Por eso me alegro tanto de que me haya traído aquí, don Hugo! Me imaginaba otro duelo…

Don Hugo: Lo ha cogido Oriol Balaguer, ha abierto las ventanas y lo ha ventilado bien. Con que aquí tiene usted: ¡La Duquesita remozada para un siglo más!

Don Víctor: ¡Y con los mejores chocolates de Barcelona! Éstas son las sucursales que a mí me gustan.

Don Hugo: Quería pedirle, don Víctor, que se apuntara usted a una manifestación de esas a la americana, de cuatro gatos, dando vueltas cada gato con su cartelito, que estamos organizando los de la Fundación ante el nuevo chalet que ha suplantado a la «Casa Guzmán», que construyera Alejandro de la Sota.

Don Víctor: Hombre, don Hugo, si estuvimos en la protesta por la pagoda de Fisac, ¿cómo no vamos a ir ahora ? Si al final hasta lo pasamos bien a pesar del berrinche…

Don Hugo: Es lo que tienen los entierros, que nos acabamos encontrando todos los amigos veteranos.

Don Víctor: Les vieux de la vieille!

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